Cómo las personas de éxito consiguen resultados sorprendentes
Nadie nace siendo una persona de éxito, eso está claro. Pero, ¿qué es lo que hace que los triunfadores sean tan diferentes del común de los mortales?
¿Las personas de éxito «llevan la ropa interior fuera de los pantalones»? ¿O comen o respiran de forma diferente al homo-sapiens medio? ¿Se van a los extraterrestres mientras el resto duerme?
Ni, ni, ni.
Además de poseer la mentalidad adecuada, que es un requisito previo para el éxito, y las cualidades inherentes como la motivación, la dedicación, la determinación y la perseverancia, hay tres enfoques que me gustaría destacar y que separan a las personas de éxito del resto.
Las personas con éxito son proactivas, no reactivas. No esperan a que la manzana de oro caiga del cielo y vaya directamente a su regazo. No esperan a que la vida les ocurra sin más.
En cambio, las personas de éxito son algunas de las que más piensan y actúan, siempre proactivas en su enfoque para hacer que las cosas sucedan, en los buenos o en los malos tiempos.
Hay innumerables empresas y personas que han prosperado y siguen prosperando a pesar de algunos de los momentos económicos más difíciles que ha vivido este mundo en los últimos años. Puedo garantizarles que cada uno de ellos buscó proactivamente oportunidades para ayudar a su causa.
Este enfoque es una segunda naturaleza para muchas personas de éxito. Si no se tiene claro el destino final, ¿cómo puede uno estar seguro de que va en la dirección correcta?
Al identificar la meta u objetivo final y pensar hacia atrás desde ese punto, las personas con éxito son capaces de definir el camino más eficaz y eficiente, paso a paso, hacia su destino.
La mayoría de la gente no está condicionada a pensar así, y por eso existe una gran disparidad entre las personas que tienen éxito y las que no lo tienen tanto.
Todas las personas de éxito que conozco mantienen una lista de tareas pendientes en todo momento. La mayoría la confecciona con mucha antelación o, al menos, a primera hora de la mañana. Varios estudios sobre la gestión del tiempo han demostrado que este acto es una de las estrategias de gestión del tiempo más eficaces que utilizan las personas de éxito.
La premisa es sencilla, más bien de sentido común. Cuando sabes lo que hay que hacer, eres más capaz de centrarte en esas tareas y aprovechar mejor tu tiempo. Cuando no sabes lo que hay que hacer (falta de claridad), esencialmente acabas perdiendo el tiempo en busca de claridad, a menudo distraído y persiguiendo tareas irrelevantes que consumen tiempo.
Definitivamente, no estoy abogando por que renuncies a tu condición de ser humano y te conviertas en un robot, o que adaptes estos enfoques en tu vida de forma permanente. Sin embargo, abogo por un enfoque de la vida más proactivo, reflexivo, productivo y eficiente.
He intentado constantemente adaptar la esencia de este artículo a mi propia vida. Por experiencia personal, estos enfoques han cambiado mi vida para mejor, ya sea la vida en la oficina como empleado, fuera de la oficina como empresario o en casa como solo yo, yo mismo y yo.